Ágora

EL ARTE SE RECARGA DE MODA

Al  entrar a la galería lo primero que llama la atención es el vestido con tapas de botella, que incluso al moverlo suena como el agua.  La exposición presentada el 28 de noviembre en la galería Patricia Meier  consiguió plasmar el arte  en vestidos de alta costura con materiales  tan extravagantes como piedras de carbono, cartón, papel, alfileres,  varillas de metal, infinidad de botones, cinta y muchísima pintura.  Con esto lo que Ispirato Corpo, fundación encargada de llevar a cabo la muestra,  quiere proyectar en sus obras  son la ecología y el reciclaje, así lo expresaron sus realizadores Olga Doumet y Gustavo Moscoso.

“Lo que tratamos en esta exposición es que los vestidos sean el soporte de la inspiración de cada artista”, expresó Doumet.

 

Una de las 20 parejas compuestas por artista y diseñador respectivamente, nos hicieron notar que la experiencia que tiene cada autor es única, pues la inspiración viene de diferentes partes hasta poder concretar la idea siguiendo un estilo propio sumergido en una completa libertad deexpresión.

 Sin embargo,  el tiempo de realización de la muestra es lo más exigente. Patricia Meier, diseñadora y dueña de la galería, expresó: “La ideas pueden venir en un minuto, pero transmitirla puede tomar varios días”. “Yo me demoré cuatro días y 20 años como artista.” Eso significa que el valor de la muestra no sólo nace de una inspiración sino que cada autor se mantiene fiel así mismo y al recorrido que han tenido sus obras.

Previo a la exposición los diseñadores fueron seleccionados por Ispirato Corpo quien revisó sus trabajos anteriores y los evaluó para darle mayor realce a la misma.

A través de esta exposición los diseñadores plantearon distintos conceptos personales como: el feminismo, el maltrato a la mujer, la modernidad, costumbres antiguas, poesía, bellezas naturales como Galápagos, las burbujas sociales, entre otros. Un ejemplo nos presenta Olga Doumet quien afirma que ni los alfileres de su vestido le quitan la delicadeza al mismo, por lo contrario desarrolla un concepto de protección: “es un atuendo dirigido a esas mujeres que no quieren ser maltratadas, ni golpeadas”. Esta peculiar obra de arte demuestra la inspiración en reacción.

“Estoy fascinada con esta muestra, no puedo creer la diversidad de materiales que se pueden usar para transmitir belleza”, afirma Claudia Aguirre, 18 años, quien asistió a la exhibición. “Yo traje a mi hija para que conociera y terminé cautivado porque esto no es algo que se ve todos los días”, expresó Jaime Ordoñez, padre de familia. Dichos testimonios demuestran que la exposición no tiene un grupo objetivo ya que el arte tiene que estar al alcance de todos. 

La muestra que se encuentra en Samborondón en el edificio Bussiness Center, local B6  y cuya entrada es libre y sus puertas estarán abiertas hasta quince días después de la inauguración, según Meier.

Quito, Cuenca y Guayaquil apreciaron esta original exposición, ahora es tiempo de Galápagos, y ya se piensa en expandir la muestra internacionalmente.

Exposición